Cuando de alimentación balanceada se trata, no significa eliminar componentes esenciales de esta. Como su mismo nombre lo indica, más bien lo que debemos buscar es darle a nuestro cuerpo justo lo que necesita en la medida de lo posible.
Es importante que tengas claro que no toda la grasa que consumimos es mala. Tal vez esta idea se nos ha quedado en la mente gracias a los mitos de la cultura popular que nos lo ha hecho ver de esa manera.
Pero, ten en mente esto: el cuerpo trabaja como una maquinaria. ¿Qué sucede cuando quitas un elemento que una máquina necesita para trabajar? El sistema comienza a fallar ¿verdad?
Pues bien, quédate con nosotros porque te vamos a hablar de manera sencilla sobre cuales son las grasas saludables y qué las diferencia de las no saludables.
¿Qué diferencias hay entre grasas saludables y no saludables?
- • La saludable no representa un riesgo de enfermedad cardiaca mientras que la no saludable sí.
- • La saludable ayuda a regular el peso corporal en el organismo. La no saludable todo lo contrario.
- • La grasa saludable es mas fácil de procesar para el cuerpo. La no saludable es difícil para el organismo deshacerse de ella. Por tanto, esta ultima es la causante de aparición de estrías y piel de naranja.
- • La saludable cumple una función vital en los procesos metabólicos del cuerpo. Ayudan a la asimilación de vitaminas como la A, D y E. También ayuda a mantener tu piel saludable.
La última diferencia es conocer los alimentos con grasas saludables y no saludables. En el siguiente apartado mencionaremos algunos ejemplos sencillos.
Algunos ejemplos de grasas saludables y no saludables
Las principales fuentes de grasas saludables y que alimentos debes evitar:Saludables:
- • Aceite de oliva o soja
- • Nueces y frutos secos
- • Aguacate
- • Pescados, especialmente el salmón o arenque, por ejemplo.
No saludables:
- • Comidas rápidas, y hacemos especial hincapié en este punto. Esto es como llenar la caja de combustible de tu vehículo con petróleo. Así que por favor evítalas.
- • Queso
- • Mantequilla, margarina o grasas que solidifiquen a temperatura ambiente.
- • Carnes rojas y cuero de pollo
- • Manteca
- • Comidas procesadas o con aditivos químicos